El 10 de enero de 2025, Nicolás Maduro asumió oficialmente su tercer mandato como presidente de Venezuela, a pesar de las crecientes protestas y las acusaciones de fraude electoral que han rodeado su reelección. La ceremonia de juramentación, que se adelantó por más de una hora a la programación oficial, tuvo lugar ante un reducido grupo de invitados internacionales, entre los que se destacaron los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Nicaragua, Daniel Ortega. Sin embargo, la mayoría de los líderes regionales decidieron ausentarse debido a la controversia en torno a los resultados de las elecciones presidenciales de 2024.
- LEA TAMBIÉN: EE.UU. reconoce a Edmundo González como ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela
Maduro, quien ha estado en el poder desde 2013, renovó su mandato hasta 2031 en una jornada cargada de tensiones. En su discurso de toma de posesión, el presidente venezolano juró ante la Asamblea Nacional: “Juro por Bolívar, por Sucre, por Urdaneta, por Manuela Sáenz, por la memoria eterna de nuestro comandante eterno Hugo Chávez… Lo juro por la historia, lo juro por mi vida”. A pesar de las críticas por la falta de transparencia en el proceso electoral, Maduro afirmó que la decisión del pueblo venezolano de reelegirlo era “irrevocable”.
La oposición denuncia fraude electoral
El líder opositor Edmundo González, quien según las actas de votación recolectadas por su partido habría ganado las elecciones con una amplia diferencia, no estuvo presente en la toma de posesión. La oposición sostiene que Maduro perdió los comicios de 2024, señalando que las autoridades electorales, controladas por el partido de gobierno, anunciaron su victoria sin ofrecer detalles claros del conteo de votos.
Según las versiones de la oposición, las máquinas de votación electrónica indicaban que González obtuvo el doble de votos que Maduro, pero el gobierno no presentó un conteo detallado ni una auditoría independiente que confirmara los resultados. A pesar de las evidencias presentadas por la oposición, el Tribunal Supremo de Venezuela ratificó la victoria de Maduro, y el Consejo Nacional Electoral no ofreció pruebas verificables de los resultados. Esta falta de transparencia en el proceso electoral ha generado una gran condena a nivel internacional y en el seno de la sociedad venezolana.

Protestas y represión en Venezuela
Las recientes protestas en Venezuela han movilizado a miles de ciudadanos en diferentes regiones del país, quienes exigen mejores condiciones económicas y sociales. Las manifestaciones, que comenzaron de manera pacífica, fueron enfrentadas por las fuerzas de seguridad con el uso de gases lacrimógenos y detenciones, generando críticas de organismos de derechos humanos.
A pesar de la represión, la población sigue mostrando su descontento en las calles, reflejando el profundo malestar social que atraviesa el país. Diversos sectores de la sociedad han llamado al diálogo, mientras la tensión continúa marcando la agenda política de Venezuela.
Reacción de Estados Unidos
En respuesta a las acusaciones de fraude y las acciones represivas del gobierno venezolano, el gobierno de Estados Unidos anunció un endurecimiento de las sanciones contra los funcionarios del régimen de Maduro. La administración Biden incrementó la recompensa por la captura de Nicolás Maduro y de su ministro de Defensa, Diosdado Cabello, a 25 millones de dólares cada uno. Además, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones a ocho altos funcionarios del gobierno venezolano, incluidos responsables de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y del Ministerio de Transporte, quienes están acusados de sostener las operaciones represivas del régimen.
Estas sanciones, junto con las declaraciones de la administración estadounidense, buscan presionar al gobierno de Maduro para que ceda ante las demandas de la oposición y restablezca un proceso democrático en Venezuela. El gobierno estadounidense, en coordinación con sus aliados internacionales, ha reiterado su apoyo a los venezolanos que luchan por un cambio de liderazgo y por el respeto a los derechos humanos y la libertad política.
- LEA TAMBIÉN: Nicolás Maduro reconoce que Venezuela perdió el 98.6% de sus ingresos durante su gobierno
El futuro de Venezuela: ¿un cambio cercano?
A pesar de las difíciles condiciones en las que se encuentra Venezuela, con una economía devastada, altos índices de pobreza y una creciente emigración, la oposición sigue luchando por un cambio de régimen. Las encuestas indican que un alto porcentaje de la población venezolana rechaza la gestión de Maduro y considera que González ganó las elecciones. La situación política en Venezuela sigue siendo incierta, pero la presión internacional y las movilizaciones internas podrían desencadenar una transición política si se generan las condiciones adecuadas.
La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en Venezuela, esperando que el país logre superar la crisis política, económica y social que ha afectado a millones de venezolanos en los últimos años. Sin embargo, el futuro de Venezuela depende de la capacidad de la oposición para unirse, la disposición del régimen para negociar y la intervención de actores internacionales que promuevan un diálogo pacífico y una salida democrática a la crisis. Mientras tanto, el pueblo venezolano sigue esperando un cambio que ponga fin a la polarización y el autoritarismo que ha marcado la historia reciente del país.
Retos y perspectivas para Venezuela
El tercer mandato de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela se inicia en un contexto de polarización, represión y acusaciones de fraude electoral. Mientras la oposición denuncia la falta de transparencia y exige su renuncia, el gobierno de Maduro refuerza su poder a través de medidas represivas y el apoyo de aliados internacionales. La situación política en Venezuela sigue siendo volátil, y la comunidad internacional mantiene una fuerte presión sobre el régimen para que respete la voluntad del pueblo venezolano y restablezca la democracia en el país.