Nos enfrentamos a un nuevo año, lleno de incertidumbres, en medio de una pandemia que ha modificado nuestra forma de comunicarnos, de trabajar e incluso de vivir. No tenemos certezas de si la pandemia desaparecerá o continuará formando parte de nuestras vidas, pero lo que sí que está claro es que ha supuesto un adelanto importante el algo que se preveía inevitable, la irrupción de las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en todos los planos de nuestras vidas.
Esta situación se alinea con la aparición de nuevos riesgos o riesgos emergentes que están provocando efectos importantes en nuestra salud. La forma en la que perdemos salud está cambiando alineada con nuestra nueva situación. Hoy en día nos enfrentamos a nuevas patologías englobadas bajo el término de ECNT (Enfermedades Crónicas No Transmisibles), no son contagiosas como el Covid-19 pero tienen una alta influencia y no existe una vacuna eficaz. Hablamos de patologías asociadas al sedentarismo, al exceso de tiempo frente a una pantalla, a la falta de actividad física, los incorrectos hábitos de descanso o la mala alimentación. Hablamos de patologías como enfermedades cardíacas, ictus, diabetes, colesterol, problemas circulatorios, obesidad, problemas respiratorios o digestivos, estrés, depresión, ansiedad… Todas estas enfermedades suponen una nueva pandemia con un impacto relevante a nivel global y que presenta un aumento constante e imparable.
Con todos estos antecedentes, debemos ser conscientes de cómo equilibrar nuestra vida personal y laboral, con una perspectiva, cada vez más clara hacia el riesgo psicosocial. Tenemos un ejemplo claro, el síndrome de estar quemado (burnout) derivado de un desajuste entre demandas y capacidades mantenido en el tiempo. Probablemente ahí encontremos la clave para un equilibrio real, ser capaces de gestionar las exigencias diarias y ajustarlas a nuestras capacidades. Por todo ello, dos bloques de consejos para lograr un equilibrio real entre demandas y capacidades.
Tabla de contenidos
Consejos para ajustar las demandas
– Es fundamental identificar las fuentes de estrés, reconocer qué nos genera nerviosismo, qué nos provoca tensión. Una gacela que no es capaz de reconocer un león tiene un riesgo muy importante y muchas veces no vemos qué nos puede hacer daño.
– Saber separar la vida laboral de la vida personal es un elemento importante para gestionar las demandas. Especialmente en un momento en el que tenemos híper-conectividad, teletrabajo y nos podemos encontrar trabajando o pensando en trabajo 24/7.
– Planificación, intentar no dejar las exigencias para más adelante, la acumulación de las mismas, aumentará nuestro nivel de estrés. Una de las claves del éxito en la gestión del equilibrio y la conciliación es la planificación.
– Participación y comunicación; empresas y trabajadores deben estar alineados, deben comunicarse y participar en el diseño de exigencias que respondan a las necesidades de unos y de otros. No cabe ninguna duda de que, el bienestar de ambos está íntimamente relacionado. Las empresas más exitosas tienen a los trabajadores más satisfechos y viceversa.
Consejos para equilibrar las capacidades
– Identificar las fuentes que nos liberan del estrés. Debemos buscar una actividad que realmente nos permita resetear nuestras mentes. Esto es un objetivo a nivel individual, el deporte, el baile, la lectura, la música, etc. Sabremos que es efectiva cuando durante su práctica consigamos olvidarnos de cualquier otro problema de nuestras vidas.
– Practicar una desconexión digital efectiva. Estamos más de 10 horas diarias de media mirando una pantalla, trabajo, ocio, comunicación, dependen de una pantalla. Ser capaces de lograr una desconexión digital efectiva permite aumentar nuestra resistencia.
– Aprendizaje. Vivimos en un mundo que cambia a mayor velocidad que cualquier época anterior, por lo tanto, debemos acostumbrarnos a aprender y desaprender, el éxito, está en la capacidad de adaptación.
– Adoptar un estilo de vida saludable. La práctica de actividad física (al menos 150 minutos semanales según la Organización Mundial de la Salud), la alimentación saludable, la gestión del descanso (evitar quitar horas del sueño por la redes sociales, denominado vamping) y el control de hábitos que puedan afectarnos (como el tabaco, los medicamentos y las drogas o el alcohol) permitirá reforzar nuestra salud en todos los aspectos y aumentar nuestro equilibrio.
Todo este equilibrio depende, en gran medida, de que nos conozcamos a nosotros mismos, por ello, quizás el primer paso para mejorarnos, es llegar a comprendernos a la perfección.
