Luis Ibáñez, un taxista que trabajaba en horario nocturno, fue asesinado, dejando consternados a sus familiares y vecinos. El hombre había salido a trabajar como de costumbre, pero nunca volvió a casa.
El último contacto que tuvo con su madre fue a las 22h15, cuando ella lo llamó para que regresara debido al mal tiempo. «Él me dijo que iba a trabajar un poco más y que volvería«, relató su madre. A las 04h00, al intentar comunicarse nuevamente con él, su teléfono ya estaba apagado. Desesperados, su familia comenzó a buscarlo en hospitales y morgues sin obtener resultados.
Finalmente, recibieron una llamada que temían. «Un agente me informó que debía ir a la morgue de Machachi para reconocer un cuerpo«, comentó su madre. Luis había sido asesinado con un arma blanca y su cuerpo fue hallado en un terreno baldío en Santa Rosa de Cutuglagua, maniatado y amordazado. Era el menor de los hijos varones de la familia y deja en la orfandad a tres menores, de entre 2 y 9 años.
El taxi era la principal fuente de ingresos para la familia. «Nos quitaron la herramienta de trabajo con la que nos sustentábamos. Podrían haberse llevado el vehículo, pero no la vida de mi hermano. Pido justicia, que los jueces actúen con corazón y hagan pagar a estos criminales. Han dejado a mi cuñada con tres pequeñitos«, exclamaron los familiares de la víctima.
Sus colegas también lamentan la pérdida. «Estamos constantemente expuestos a la inseguridad. Esta delincuencia afecta a todos los barrios, personas desconocidas suben a los taxis, nos asaltan y nos roban«, afirmaron.
En el sector de la Lucha de Los Pobres la inseguridad es un problema creciente, con robos a mano armada utilizando cuchillos, machetes y armas de fuego. Los asaltos son frecuentes. «Necesitamos presencia policial, no tenemos seguridad«, imploran los vecinos y compañeros de Ibáñez.
Unidos, los familiares, amigos y colegas de Luis elevan una voz de auxilio, buscando frenar la violencia que les arrebató a un ser querido y evitar que más tragedias como esta ocurran en el futuro.