Navidad sin niños en la carcel

Con un espectáculo navideño de música y coreografías, el Vicepresidente de la República, Lenín Moreno, festejó a hijos e hijas de las personas privadas de su libertad, y a los niños y niñas con discapacidad, pertenecientes a fundaciones e instituciones que funcionan en la capital, quienes recibieron juguetes, caramelos y se deleitaron con la actuación musical del Show de Disney.

El agasajo que se realiza por segunda ocasión consecutiva, se efectuó en la Plaza Deportiva Nueva Constitución, por gestión del Segundo Mandatario y su esposa, Rocío González.

«Solamente quiero recordarles que la navidad es una fecha fundamentalmente de amor, paz y solidaridad», dijo Moreno a los centenares de niños presentes.
Navidad es un tiempo para dar, recordó, pero también un tiempo de reflexión «para pensar en lo que estamos haciendo con nuestra vida y nuestro comportamiento con los demás y con la naturaleza».

Además, precisó que la «Navidad es un tiempo para dar a los demás». «El comportamiento que nosotros tenemos en navidad, pensando en la alegría, el buen humor, en la justicia, la paz, la solidaridad y el amor, son comportamientos que deben promulgarse durante todo el año, no únicamente por navidad, pues es solamente un día símbolo», remarcó.
Finalmente, el Segundo Mandatario aprovechó la oportunidad para reiterar su deseo de unas felices fiestas y que todos los sueños y proyectos de los ecuatorianos se cumplan en el año venidero.

Al agasajo asistieron las fundaciones Amor Fraternal y PAN (Pequeños Amigos de la Naturaleza), la cual acoge a 300 niños, niñas y jóvenes cuyos padres se encuentran privados de la libertad; además de los institutos Fiscal de Educación Especial, de Educación Especial Síndrome de Down y el Instituto Especial Mariana de Jesús, el cual integra a niños con discapacidad auditiva y visual.

Cabe recordar que la Vicepresidencia de la República, además de financiar el trabajo de fundaciones como PAN, ha emprendido acciones contundentes para atender a los niños, hijos de las reclusas de las cárceles del país, adaptando guarderías en los centros de rehabilitación, lugares donde los menores reciben los cuidados adecuados por personal especializado.

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