A las 17:45 del viernes un grupo de policías, alguaciles y personal del Fideicomiso No Más Impunidad irrumpieron en las oficinas de la revista Vanguardia, en Quito, con una orden de embargo. La razón, supuestamente por falta de pago del arriendo del inmueble por un monto de 14.560 dólares.
Revista Vanguardia fue embargada |
La oficina N32-28, ubicada entre las calles Gonesiat y José Gómez, en el sector de la González Suárez, estuvo ocupada por Vanguardia desde hace 5 años. El viernes, más de 10 uniformados del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), armados y con chalecos antibalas, ocuparon las oficinas y buscaron hasta en las carteras y maletas de los periodistas.
La orden firmada por el juez de Coactivas, Jaime Flores, disponía que la compañía editorial Grantauro pagara en el término de tres días la deuda o entregara bienes por el monto solicitado, a favor del Fideicomiso No Más Impunidad, dirigido por Pedro Delgado, primo del presidente Rafael Correa.
La causa es que la vivienda que ocupaban era del ex propietario del Banco de Préstamos, Alejandro Peñafiel.
El editor general del medio, Juan Carlos Calderón, informó que también les ofrecieron como alternativa la entrega de un cheque certificado o el pago en efectivo del monto adeudado, pero que debía hacerse en un tiempo menor a 15 minutos.
Ante la indisposición, lo primero que se llevaron fueron los CPU, donde estaban los discos duros con información sensible que involucraba a altos funcionarios del régimen.
Estos artículos fueron llevados a una casa contigua propiedad del Fideicomiso Estatal No Más Impunidad.
Calderón responsabilizó al Gobierno por la integridad de los periodistas y de la información que está bajo su custodia.
Según la denuncia de Calderón, los periodistas fueron maltratados durante el allanamiento y trataron de requisarlos. Indicó que la edición de la semana ya había sido cerrada, por lo cual la revista circulará normalmente.
Luis Zumárraga, gerente general de Vanguardia, informó que siempre hubo la predisposición para cancelar la deuda y que incluso el 7 de diciembre realizaron el último pago a través de un juzgado de Inquilinato. “La revista va a salir en la misma línea editorial, no vamos a callar”.
Fuente: Diario Expreso