El Pase del Niño Viajero es una celebración católica tradicional de la ciudad de Cuenca, en Ecuador. El evento se lo realiza el 24 de diciembre con ocasión de las festividades por el nacimiento de Jesucristo o Navidad.
El Pase del Niño Viajero atrae a unas 80 mil personas, entre fieles, curiosos y turistas. El Pase recorre la avenida Ordóñez Lazo y la calle Bolívar de la ciudad de Cuenca durante aproximadamente unas ocho horas.
En este día la ciudad se llena de carros alegóricos, bandas populares y caballos adornados con golosinas, platos típicos, bebidas, juguetes y una gran variedad de alimentos que destacan por sus llamativos colores. Niños y jóvenes se visten de santos, reyes magos, pastores, ángeles, gitanos, mayorales, otavalos, cholas cuencanas, etc.
La procesión termina en la Catedral de La Inmaculada donde se celebra la misa o eucaristía.
Historia del Pase del Niño Viajero
El origen de «El Pase del Niño Viajero«, según una publicación de Susana González, se remonta a una imagen religiosa del Niño, trabajada en el año 1823, se llevó hace casi 50 años desde Cuenca a visitar a los lugares santos y recibió la bendición del Papa de ese entonces.
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Cuando la imagen regresó en 1961, el pueblo devoto y en especial Josefa Heredia, mantenedora por muchos años del Pase del 24 de diciembre que se realizaba en varias iglesias (La Merced, El Cenáculo, María Auxiliadora y especialmente con el Niño del Hospital), exclamó al ver la escultura: “¡Ya llegó el viajero!”
La imagen es custodiada por religiosas del monasterio del Carmen de la Asunción, como fue la última voluntad de monseñor Miguel Cordero Crespo, propietario de la imagen hasta 1986
En el año 2008 el Pase del Niño Viajero fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural Intangible de Cuenca, la celebración se realiza en homenaje al nacimiento del Niño Jesús.