¿Muerte Cruzada?

La crisis entre el Ejecutivo y la Asamblea se ha agudizado. El archivo del proyecto de Ley de Inversiones ha sido el motivo. El proyecto de Ley Creando Oportunidades tuvo igual suerte, del mismo modo que las iniciativas presentadas por Lasso para derogar la Ley de Comunicación y reformar la Ley de Educación Superior.

No sé si podría llamarse crisis de gobernabilidad, agudización de la pugna de poderes o incapacidad del Gobierno de interactuar con los diferentes actores políticos para lograr acuerdos. Lo cierto es que la falta de votos y la resistencia de un número creciente de legisladores de apoyar las iniciativas del Ejecutivo configuran un escenario complejo. Un escenario de franca oposición que dificultará la aprobación de otros proyectos de ley, apareciendo, con ello, la posibilidad de la “muerte cruzada”.

De acuerdo al Art. 148 de la Constitución, el presidente de la República tiene la facultad de disolver la Asamblea si, a su juicio, ésta se hubiese arrogado funciones que no le competen o si, de manera reiterada e injustificada, ha obstruido la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo o por grave crisis política o conmoción interna.

En realidad, hay razones más que suficientes para cerrar la Asamblea. Es una de las peores que ha habido en los últimos años. No hay quien la defienda. Y es que la escasa aprobación de leyes y el deplorable desempeño en cuanto a fiscalización hablan de sí. El presidente Lasso, en recientes declaraciones, ha sido más explícito: “ladrones, corruptos y chantajistas”.

muerte-cruzada-en-ecuador
Artículo de Sebastián Mantilla: «¿Muerte cruzada?»

Pero lo cierto es que esto no va a ocurrir. Con el cierre de la Asamblea Lasso tendría unos pocos meses para la aprobación de las leyes que considera claves, pero luego tendría que convocar a elecciones. En éstas, Lasso no tendría posibilidades de ganar. Por ello, pese a que suene contradictorio, el principal interesado en promover la muerte cruzada es el correísmo.

En lugar de hablar de muerte cruzada el presidente Lasso debería comenzar primero por renovar completamente su equipo de asesores políticos. Aquí reside el problema.

Autor: Sebastián Mantilla

Fuente: El Comercio

Deja un comentario