Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación –FAO– el impacto socioeconómico que deja la pandemia de COVID-19 revela que en el país cerca de 800 mil ecuatorianos podrían enfrentar graves problemas de inseguridad alimentaria. Es decir, dificultad para acceder a una alimentación adecuada.
Agustín Zimmermann, representante de FAO en Ecuador, anticipa que va a haber un impacto en los índices de malnutrición, ya que cuando hay una caída en los ingresos de las familias compran menos alimentos, y estos, además, son de una menor calidad.

Debido a esto el funcionario insta al gobierno a no abandonar los programas de protección social, que hoy más que nunca son importantes luego de la crisis que deja la pandemia.
Antes de la llegada del coronavirus, 1’500.000 ecuatorianos ya vivían en situación de extrema pobreza.
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