Los plásticos, que contaminan todos los elementos del planeta (tierra, agua y aire) han llegado hasta los tejidos y órganos humanos, según un estudio que se presenta hoy en el Congreso virtual de otoño de la Sociedad Americana de Química.
Y es que aunque las mayor parte de las bolsas o las botellas de agua se descomponen en el medio ambiente, algunos fragmentos o microplásticos no biodegradables permanecen en el entorno y acaban siendo ingeridos por los animales y las personas al comer, beber o respirar.

Hoy por hoy, «se pueden encontrar plásticos contaminando el medio ambiente en prácticamente todos los lugares del mundo, y en pocas décadas, hemos pasado de ver el plástico como un beneficio maravilloso a considerarlo una amenaza», explica Charles Rolsky, investigador de la Universidad Estatal de Arizona y uno de los autores del estudio.
Los microplásticos son fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros (mm) y los nanoplásticos son aún más pequeños, con diámetros inferiores a 0,001 mm.
Tabla de contenidos
Primeros resultados
Los resultados de un estudio confirmaron la presencia de plásticos en todas las muestras, y el bisfenol A (BPA), que todavía se utiliza en muchos envases de alimentos a pesar de los problemas de salud que provoca, apareció en las 47 muestras humanas.
El bisfenol A es un producto químico industrial que se ha utilizado para fabricar ciertos plásticos y resinas desde los años sesenta.
Varias investigaciones han demostrado que el BPA puede filtrarse a los alimentos o las bebidas de los envases que se fabrican con este material. La exposición al BPA es una preocupación debido a los posibles efectos sobre la salud del cerebro y la próstata de fetos, bebés y niños.
También puede afectar el comportamiento de los niños. Investigaciones adicionales sugieren una posible relación entre el BPA y el aumento de la presión arterial.
Este estudio es el primero que examina la presencia de micro y nanoplásticos en los órganos humanos de individuos con exposición ambiental.
«No queremos ser alarmistas, pero es preocupante que estos materiales no biodegradables que están presentes en todas partes puedan entrar y acumularse en los tejidos humanos, porque no conocemos los posibles efectos sobre la salud», advierte Varun Kelkar, coautor del estudio.
Una vez identificados el tipo de plásticos presente en los tejidos humanos, será posible hacer estudios para evaluar los efectos de estas partículas contaminantes en la salud humana.
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