Teófilo Velasco, un hombre de 68 años de edad, ingresó al Hospital General Guasmo Sur de la ciudad de Guayaquil el pasado 9 marzo, presentaba un cuadro de preinfarto cardíaco. Catorce días después de su ingreso al centro hospitalario fue declarado muerto.
Velasco dejó de existir civilmente, fue borrado de los archivos del Registro Civil luego de que se emitiera su certificado de defunción.

El hombre no supo nada de lo que había ocurrido hasta el pasado 30 de abril. Se encontraba internado en la antigua maternidad Enrique Sotomayor, hospital al que fueron trasladados los pacientes no Covid-19.
Los médicos le preguntaban por su familia y él no sabía qué responder. A él lo llevaron allí, pero nunca les informaron nada a sus hijas. «A mi nadie me dijo que me habían declarado muerto», explicó.
La historia de Teófilo Velasco se hizo pública cuando una de sus hijas escribió en sus redes sociales que le avisaron que su padre, dado por muerto hace más de un mes, en realidad se encontraba vivo y las estaba reclamando desde el hospital.
Sus hijas no sabían el paradero de su padre, la versión oficial era que Teófilo fue dado de alta, pero durante 16 días no pudieron encontrarlo. Llegaron a preguntar en la morgue del Hospital del Guasmo Sur y entre los cadáveres no identificados (NN) encontraron uno que tenía una etiqueta con el nombre de su padre. Velasco habría ‘muerto’ el 23 de marzo.
Teófilo fue ‘enterrado’ el 8 de abril en el cementerio Parque de La Paz, en Pascuales, lugar al que fueron a parar los cadáveres del Ministerio de Salud en los primeros días de la Emergencia Sanitaria. Velasco llegó incluso a aparecer en la lista de fallecidos publicada por el Gobierno Nacional.
Las hijas de Velasco no descartan demandar al hospital y pedir una indemnización por los hechos ocurridos. Las preguntas que quedan en el aire son: ¿Como le van a devolver la vida en el Registro Civil? y ¿A quién pertenecía el cuerpo que fue enterrado a nombre de Teófilo?
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