Correa-Nebot-Iza se quedan con las ganas

No fue por falta de haberlo intentado. Lo hicieron. Sin embargo, no lograron una resolución ni el cambio del orden del día para concretar el mecanismo que les permitía mover la primera pieza del dominó que tienen extendido sobre la mesa: la creación de la comisión para evaluar a los miembros del CAL y -en particular, porque de eso se trata- a Guadalupe Llori, presidenta de la Asamblea. Evaluarla y sacarla. El correísta Fausto Jarrín hizo la propuesta de cambiar el orden del día y permitió, por fin, después de haber alardeado con tener una nueva mayoría, contar los votos: sumaron 69. Necesitaban 70.

Así el gran operativo, montado desde hace semanas por el correísmo, el nebotismo y algunos miembros de Pachakutik, corrió la suerte de un globo pinchado. Pabel Muñoz pretendió ocultarlo ante la prensa limitándose a hablar de “un incumplimiento más” de Guadalupe Llori. Y, fingiendo ser discípulo de Descartes y su escuela racionalista, afirmó que no quisieron crear problemas, pues hubieran podido apelar la presidencia… Olvidó decir que los votos con que contaban se esfumaron y que el gobierno y sus aliados les dieron hoy sopa y seco.

El chasco lo comparten por igual el correísmo, el nebotismo y los asambleístas de Pachakutik que obedecen a Leonidas Iza. Él acumula dos derrotas. Una, como aliado de Correa y de Nebot. Y otra como presidente de la Conaie: queda claro que se estrelló puertas adentro. No pudo meter mano en Pachakutik como era su designio. Y al dividirlo, tampoco pudo cooptar la mayoría de los 25 asambleístas. Quizá solo cuenta con seis o siete (Patricia Sánchez, Mireya Pazmiño, Mario Ruiz, Peter Calo, Darwin Pereira, Fernando Cabascango…) que podrían ser expulsados del movimiento.

Iza perdió el mano a mano con Guadalupe Llori. Marlon Santi, Cecilia Velasque y Rafael Lucero, dirigentes de Pachakutik, lograron unir al movimiento alrededor de un apoyo explícito a la presidenta de la Asamblea. Y es claro que lograron otro triunfo político entregado simbólicamente a Salvador Quishpe, el mayor bailarín de esa bancada: él propuso que la Asamblea tramite dos proyectos que buscan derogar la Ley Tributaria y que la Asamblea desista de pedir una acción de interpretación a la Corte Constitucional. El CAL había votado en ese sentido al considerar que hay contradicción en las facultades que otorga la Constitución al Ejecutivo y a la Asamblea en dos artículos (el 135 y el 301). Esto para saber si la Asamblea puede derogar un decreto-ley que ahora es Ley. Los votos favorables de 104 asambleístas hacen pensar que esa ley tiene los días contados…

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Artículo de José Hernández: «Correa-Nebot-Iza se quedan con las ganas»

En claro, el Ejecutivo evitó hoy que el trío Correa-Nebot-Iza tumbe la primera pieza del dominó (Guadalupe Llori) y, como aplanadora, vaya por las autoridades de control, la Fiscal y los jueces de la Corte Nacional de Justicia. Pero pagó un precio: echar abajo la Ley Tributaria que debía recaudar 700 millones de dólares. Ese triunfo se lo dio a sus aliados, Pachakutik y la Izquierda Democrática que habían votado en contra. Lasso tiene así una excusa ante el FMI y, de paso, se quita una papa caliente que erosiona su capital político, aunque el hueco fiscal crezca…

El gobierno logró contrarrestar los planes del trío dinámico (Correa-Nebot-Iza). Pero tendrá que revisar a la baja su ímpetu modernizador en algunos sectores. Y esa realidad será más evidente a medida que país se instale en la campaña electoral. De esa manera, el eje transversal que lo une a sus aliados tiene más que ver con la disyuntiva democracia-totalitarismo que con modernización-statu quo. Reforzar el campo democrático parece ya un plan de campaña.

En todo caso, el gobierno ha comprado tiempo y en ese sentido hay que analizar el pronunciamiento emitido hoy por el Procurador del Estado. Respondiendo a una consulta hecha por la presidenta de la Asamblea, Íñigo Salvador dictaminó, con carácter vinculante, que el pleno no puede arrogarse funciones del Consejo de Administración del Legislativo. No puede crear una comisión ad hoc para evaluar a sus miembros (en particular a Guadalupe Llori) sin que antes se califique la solicitud de una investigación. ¿Quién la califica? El CAL. ¿Qué se investiga? Una acusación. Y cuando haya la acusación y sea calificada, se debe establecer un debido proceso con derecho a la defensa. El camino así para tumbar a Llori se hace más complejo: hasta hoy correísmo, nebotismo y los Pachakutiks de Iza solo hablaban de votos.

La decisión del Departamento de Estado de negar el ingreso de Abdalá Bucaram y su familia a EEUU también afecta a la oposición desestabilizadora. Hay en las filas correístas y en el entorno socialcristiano personajes que temen sufrir la misma suerte de Bucaram. O de algunos narcogenerales. Ese factor, si Washington mantiene su actitud y la publicita, podría pasmar algunos ímpetus golpistas. En todo caso, el caso Bucaram agravó el pésimo día que pasó el trío dinámico Correa-Nebot-Iza.

Autor: José Hernández

Fuente: 4 Pelagatos

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