El ascenso y descenso de Correa

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I Inspiración 

Dentro de un modesto domicilio de Guayaquil, se maravillaba, entusiasmaba e inspiraba viendo como Fidel atendía con honores a Chávez. Aquello, le terminaría de marcar y encaminar tras las delicias y fragancias –efímeras, por cierto- del poder. Para Fidel, Chávez habría sido su mejor pupilo, el más inteligente, el más despierto; y, prueba de ello, su forma de llegar al poder, primero con una intentona golpista fallida, pero no por eso menos útil y valiente a vista de Fidel;  pero, luego fiel al libreto  -vigente a la época- del Foro de Sao Paulo, utilizando la democracia para llegar, y una vez ahí, perpetuarse, incluso con un personaje de la escasa talla intelectual del heredero político y sucesor chavista, que no hace solo triste contraste con su talla física, sino también con la de su raquítico pueblo. 

II Ascensión

Ya empoderado, ganó espacio y reconocimiento local e internacional, utilizando un discurso envolvente pero carente de profundidad y consistencia, endulzado por un alto ingreso fiscal, despiadadamente despilfarrado y derrochado;  y, en buena hora, su gran e irremediable error, del que se arrepentiría toda su vida, en sus oscuras y largas noches de profunda soledad del alma, esto es, haber decidido por Moreno (que tenía más posibilidades) que por Glas (su real hombre de confianza), pero ya para entonces salpicado de corrupción. 

III Descenso

Este error le costaría muy caro, ya que se lo vio como responsable de la discontinuidad del progresismo. Esto le restaría liderazgo y credibilidad regional, sumado a las sentencias condenatorias en su contra y de sus allegados; cayendo en cuenta en la intimidad de su conciencia, que todos los doctorados “honoris” causa recibidos, fueron en función del cargo y, no como corresponde, de la persona. En su afán, como buen caudillo, designó a dedo a los  siguientes candidatos,  valorando ahora lealtad más que capacidad, fracasando nuevamente, ya que ni Arauz ni Luisa lograron “recuperar” la patria; sumado, a los fallidos intentos en diversas aristas, en tratar de limpiar desesperadamente su sentencia condenatoria, sin cuidar ni importar ya ni siquiera las formas…  Su último reducto, por el momento, sería la devaluada Asamblea, en la cual se prostituyen los apoyos, y en los que nadie quiere salir en la foto, por mas que a la sombra, existan tratos y acuerdos pegados al viento de la conveniencia y de la apariencia y no de la correcta solvencia… 

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Conclusiones: 

Se lo ve envejecido, con la amargura reflejada en su rostro, viendo como se alejan sus posibilidades; mientras se han abierto nuevas opciones conforme las últimas elecciones en Argentina, El Salvador, Ecuador, en donde se habría dado la espalda a los viejos zorros políticos. 

Su aliado de conveniencia, el exalcalde Nebot, corre ya un retiro político airoso por su buena gestión no salpicada de corrupción, pero si discutible por su incestuosa relación política con la debilitada revolución

El fugado, debería quizás aprender de F. Alarcón y L. Gutiérrez, que valientemente se entregaron y cumplieron sus penas con honor, grupo en el que no entra Glas evidentemente, entre otros motivos, por sus forzadas intentonas de salir de prisión, y ahora en trámite de fuga, siguiendo el camino de su líder. ¿Será acaso que, el caudillo en su otoñal  descenso  terminará con la misma suerte de Abdalá…?

Autor: Gerardo Villacreces

Fuente: El Comercio

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